En el anterior artículo de esta serie que denominamos
Reducir costes gracias al análisis de la eficiencia energética y que tiene por objeto desgranar los
pasos que pueden llevar a cabo las empresas para reducir sus costes de energía y aumentar su ahorro energético, vimos que el primer paso hacia la eficiencia energética es conocer cuánta energía gastamos y aún más importante, en qué gastamos esa energía.
Hablamos de que debemos realizar un análisis de las facturas en concepto de energía que pagamos, no sólo para asegurarnos de que estamos pagando de acuerdo a lo que hemos contratado, sino también vigilar si estamos pagando, por ejemplo, recargos, que con un mejor balanceo de nuestros sistemas de consumo de energía podríamos evitar.
Otro aspecto importante que destacamos es la
revisión de todos los sistemas en funcionamiento de la empresa, bien sean eléctricos, mecánicos, de refrigeración, de calefacción/aire acondicionado, así como los cerramientos de forma que podamos detectar
si algún sistema está sobrecargado, presenta fugas o su funcionamiento no es correcto y tenga como consecuencia que se esté consumiendo más energía de la que deberíamos consumir.
Y, por último, hablamos de la importancia de tener control sobre el consumo, la calidad y factor de potencia de la energía eléctrica que consumimos. Es decir, tener conocimiento de la forma en que consumimos la energía, si existen picos de consumo o si estamos haciendo una correcta distribución en el consumo de energía de nuestras instalaciones.
El segundo paso que debemos llevar a cabo en el análisis de la eficiencia energética es la identificación y análisis de problemas.